SOA Watch: Oficina América Latina / Calle 34 No. 18-70 - Apartado Postal 437 - Barquisimeto, Lara, VENEZUELA - Teléfono: 58-416-607-0972

 

Volver Portada

 

Santiago de Chile - Discurso pronunciado por Francisca Gutiérrez de la Federación de Estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado en ocasión del homenaje a los padres jesuitas de la UCA, y dos mujeres, asesinados en El Salvador el 16 de noviembre de 1989.

La Escuela de las Américas es para salvaguardar los intereses de los ricos y poderosos

Compañeras y compañeros:

Es mucho lo que podemos decir respecto a lo que recientemente hemos conversado, sin embargo no queremos que esto se transforme en una demostración de melancolía derrotista, si no que más bien queremos recordar con alegría a todos nuestros compañeros y compañeras. Aquellos que lucharon por un ideal mayor, otro mundo, e incluso aquellos que estuvieron dispuestos a dar la vida si fuese necesario. Vencer o morir era la consigna que llevaban, y aun llevan muchos, en sus prácticas revolucionarias, demostrando su profundo amor al pueblo. 

Ha sido mucha la sangre del pueblo derramada por parte de quienes, bajo el alero imperialista, buscaron a toda costa impedir a los explotados y marginados, a ese pueblo pobre pero valiente, lograr conseguir el tan ansiado deseo de una vida digna para todos, en la que la explotación del hombre por el hombre fuese tan solo parte de un pasado que con lucha y acción revolucionaria fuera transformado.

En el mismo marco es en el que actualmente sigue funcionando la tristemente célebre Escuela de las Américas. Que si bien ha cambiado su nombre al de “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad”, mantiene el mismo objetivo: preparar los aparatos represivos de muchos países de América latina para perfeccionar su real cometido, el de salvaguardar los intereses de los ricos y poderosos instalados en Nuestra América.

En Chile aun hace ruido, entre los que actualmente detentan el poder económico, político y militar, la doctrina de seguridad nacional, buscando, según la lógica del “enemigo interno”, a quienes puedan poner en jaque su régimen de explotación y dominación, amparado por la constitución y maquillado con una falsa democracia que no hace más que legitimar el sistema económico en su forma neoliberal.

En ese sentido, la Escuela de las Américas, esta escuela de tortura y muerte, juega un rol primordial para la perpetuación de las condiciones sociales existentes hoy.

Chile, es el segundo país de Latinoamérica que envía más soldados a Georgia, donde se ubica hoy la “escuela”. Solo Colombia supera al Estado de Chile en cuanto al número de militares enviados a entrenarse para contener y aplastar las pretensiones del pueblo. Por otro lado, existen países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua que han dicho basta a la formación terrorista otorgada por el Imperio.

Mientras hay países que avanzan en vías de  la construcción de Estados libres y soberanos, alejándose de las garras del imperialismo, Estados Unidos comienza una nueva ofensiva por la recuperación de su antigua hegemonía en América Latina. Ejemplo de aquello es la instalación de las siete bases estadounidenses en Colombia, el  intento fallido de reactivar las bases en Ecuador, y como ultimo hito, la reciente inauguración por parte del embajador estadounidense en Chile de la base de Concón. No podemos permitir que este país se instale con el único fin de resguardar sus intereses geopolíticos en Chile y el resto de Latinoamérica, formando a sus guardianes locales en función de sus objetivos estratégicos.

En la misma lógica con la que actúa Estados unidos en Latinoamérica, es que el Estado de Chile, caracterizado actualmente como un Estado policial, que se encarga de dotar técnica y legalmente su aparato represivo, con el fin de contener el incipiente movimiento popular que hoy, de poco, se comienza a reactivar. Ejemplo de las herramientas que hoy despliega el Estado, se encuentran la mayor inversión en la sofisticación y preparación de las fuerzas especiales de carabineros y, por otro lado, la bullada Ley Hinzpeter.

Hoy, igual que ayer, existen aun muchas situaciones en las cuales se continúan violando sistemáticamente los Derechos Humanos en Chile. El movimiento estudiantil ha sido objeto de violencia desmedida, vejaciones e incluso torturas por parte de los agentes del Estado. Lo mismo ocurre, y en mayor medida, con el movimiento de liberación nacional mapuche, con una guerra declarada desde el Estado a las comunidades en conflicto. Podemos seguir enumerando situaciones hasta el cansancio entre tanta represión desplegada contra nuestros pueblos, pero hay algo que siempre nos va a llenar de optimismo y nos va a nutrir de convicción: la profunda e incansable fuerza del pueblo, que cada vez que cae o se repliega, luego surge con mucha más intensidad y convicción.

La represión por parte de quienes detentan el poder siempre ha existido, lo mismo ocurre con quienes, disfrazados de pueblo enarbolan consignas, más no la práctica e intención revolucionaria. Hoy nos seguimos levantando, continuamos el legado de quienes nos marcaron el camino y tenemos la necesidad y el deber de decir basta. Estudiantes, trabajadores, pobladores y mapuche tenemos hoy el mismo enemigo: el capitalismo.

No debemos olvidar que los sacerdotes que hoy recordamos y, por sobre todo, rescatamos su legado, eran precursores de la teología de la liberación, siguiendo la senda de Camilo Torres, el mismo que cayó combatiendo codo a codo con su pueblo. Al igual que el padre Rafael Maroto, Pierre Dubois y André Jarlan, llevando a la practica el verdadero sentido del cristianismo. Por ningún motivo vamos a continuar con conmemoraciones abstractas, apartando a los individuos de su real acción, convicción y contenido político.

Desde la Federación de Estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado, realizamos un sentido homenaje a quienes cayeron luchando por la liberación de todos los pueblos y creemos fervientemente que la única forma de continuar de manera consecuente con su legado, es seguir luchando.

16 de Noviembre, 2012

 

Volver Portada