Mar�a Luisa Rosal:
"Cuando los drones vuelan, ni�os mueren�
Durante
ocho d�as, activistas en EEUU, realizaron una Caminata
por el Derecho a la Paz en el estado de Georgia. La
marcha parti� en el Fuerte Benning, donde actualmente se
encuentra ubicada la Escuela de las Am�ricas, para
terminar en el Instituto de Tecnolog�a de Georgia donde
se fabrican y desarrollan drones asesinos.
120 millas para llamar la atenci�n de la sociedad
estadounidense sobre los distintos instrumentos de
muerte que dispone el Ej�rcito de los EEUU en contra del
derecho a la paz.
Conversamos con Mar�a Luisa Rosal,
una de las participantes de esta caminata.
- �Te puedes presentar?
- Mi nombre es Mar�a Luisa Rosal, soy guatemalteca.
Tras la desaparici�n forzada de mi padre, Jorge Rosal
Paz, el 12 de agosto de 1983, mi madre inicio una
b�squeda incansable. Como consecuencia de su lucha,
junto a otras madres y familiares de los desaparecidos,
y que estaban organizadas en el Grupo de Apoyo Mutuo,�
mi madre se vio obligada a huir del pa�s, junto a m� y
mi hermano Jorge Alberto.� Viajamos a Estados Unidos, en mayo
de 1985, donde despu�s de unos a�os pudimos recibir
asilo pol�tico. De 1985 hasta ahora he vivido aqu�, con
pocas de excepciones,� viv� un tiempo en Canana, tambi�n
en Argentina.� Entonces, mi experiencia de vida, dir�a
yo, me ha servido para entender la importancia de
este movimiento que quiere cerrar la Escuela de las
Am�ricas. Nac� en plena �poca del conflicto en
Guatemala, cuando estaba en el poder el general Efra�n
R�os Montt egresado de la Escuela de las Am�ricas. Se
cree, por las investigaciones que hemos hecho del caso
de mi pap�, que algunas personas involucras en su
desaparici�n pudieron haber recibido entrenamiento en
la Escuela de las Am�ricas.� Actualmente, soy
organizadora de campo del movimiento de SOAW, encargada
de ir construyendo relaciones entre las comunidades, las
organizaciones y el movimiento.
- �C�mo surge la idea de la caminata por la paz?
- La idea de la caminata no s� exactamente en qu�
momento surge. El a�o pasado, a m� me lleg� la primera
noticia de la idea� en la vigilia, en noviembre, en el
Fuerte Benning, cuando conoc�� a uno de los
organizadores, Kevin Moran, de la Coalici�n Justicia y
Paz� de Georgia. �l me coment� la idea de hacer una
caminata para hacer las conexiones entre los drones, la
Escuela de las Am�ricas y el militarismo como pol�tica
de EEUU. En ese momento, no est�bamos seguros si se iba
a realizar la caminata. De hecho, me volvi� a llegar la
noticia cuando est�bamos� en Guatemala, participando de
una delegaci�n de SOA Watch, con el padre Roy�Bourgeois, fundador de nuestro movimiento. De ah� fuimos
concretando las fechas, pasajes, para hacer esa
convergencia en el Fuerte Benning una vez m�s porque
normalmente nos reunimos ah� en noviembre de cada a�o
para pedir el cierre de la Escuela de las Am�ricas.
- �C�mo viviste los d�as de caminata?
- Arranc�bamos todas las ma�anas entre las 8:30 y 9:30 y
a medida que �bamos caminando, descans�bamos 15 minutos
cada 5 kil�metros. Despu�s,� a las 2 � 3 de la tarde, ya
empez�bamos a ver buses escolares y muy a menudo los
buses paraban al lado de nosotros y se bajaban un mont�n
de ni�os. A veces se acercaban ellos, sin miedo, a
preguntar� a hablar a sonre�r. Fue una buena
oportunidad,� nos hac�an muchas preguntas. Realmente, me
sent� bien. Nos sent�amos muy bien hablando con ellos,
con los padres. Muchas de las pancartas dec�an: �Cuando
los drones vuelan, ni�os mueren� y, eso, a� los ni�os
les llam� la atenci�n y preguntaban por qu� los ni�os
est�n muriendo. Tambi�n preguntaban por qu� nosotros
est�bamos caminando tanto tiempo, si com�amos, donde
dorm�amos.

- �Qu� te llam� la atenci�n, qu� te impacto, durante
estos d�as de caminata?
- �Hay dos cosas que quiero se�alar,� que se� sabe muy
poco de los drones en el Estado de Georgia,�que es aqu�
donde los desarrollan y, por otro lado, que se sabe muy
poco que existe la Escuela de las Am�ricas que est�
ubicada aqu�, literalmente en su propio patio trasero.�
Tambi�n dir�a que me impacto mucho� el nivel de
empobrecimiento en las aldeas y en las ciudades que
fuimos conociendo, d�a a d�a, en la caminata. Hay una
relaci�n interesante, para m�, que fue ver que en los
lugares m�s empobrecidos, hay una presencia, ya sea
militar o de instituciones carcelarias, entonces �esa
relaci�n, esa din�mica, como la gente vive y sobrevive,
�ante la presencia de esas instituciones, uno comprende
que no est�n ah� para el beneficio de la gente.
-� Durante tantos d�as caminando, �qu� reflexi�n has
hecho?
-� Tuve mucho tiempo para pensar, para reflexionar.
Esta� caminata me present� un reto muy grande e
importante para m� que es que la gente com�n me pueda
entender. �Un ejemplo muy concreto es c�mo puedo
explicar a las personas que los drones son algo tan
horrible cuando no tienen en uso ese vocabulario.
Entonces c�mo hacer eso, si, hay maneras, pero eso
requiere un esfuerzo de mi parte, ir ampliando mi nivel
de creatividad, de c�mo ir explicando mi mensaje. Para
eso hay que partir desde donde uno esta y no desde donde
yo quisiera que ellos est�n. Por otro lado, me di cuenta
que hemos hecho mucho, pero que siempre hay much�simo
que hacer.
Con esto� renov� la convicci�n de que uno no� puede
hacer nada solo, y� que los cambios vienen desde abajo.
Que la pol�tica del desarrollo de drones para asesinar a
ni�os y civiles, en lugares como Pakist�n, en Yemen, o
el entrenamiento� y la preparaci�n de soldados
latinoamericanos en la Escuela de la Am�ricas, �para
asesinar, para torturar, para hacer desaparecer, como ha
sido el caso en Guatemala, en Chile, en todos los pa�ses
latinoamericanos, realmente tenemos que acabar con esto
y lo haremos en comunidad y construyendo redes.
- Finalmente, �Crees t� que vali� la pena esta
acci�n?
- S�, vali� la pena y me encantar�a
hacerlo nuevamente. Conoc� a tanta gente y tuve la
oportunidad de meditar, de conversar, de escuchar a
muchas personas. Incluso conoc� a un compa�ero budista
que ha hecho esa caminata. Hay un grupo de budistas en
Atlanta que hacen esta caminata de 120 millas, desde
Atlanta hasta el� Fuerte Benning, para la vigilia.
Entonces conoc�� el pensamiento de estos budistas que
creen tambi�n que estas caminatas ayudan a construir la
paz en el mundo.
Tambi�n conoc� m�s de cerca� al mismo
fundados de SOAW, el padre �Roy Bourgeois, de quien me
siento muy orgullosa de que �l participar� de esta
�caminata. Roy ya tienes 76 a�os y la caminata la
realiz� con mucho �nimo, con mucha alegr�a, Pudimos
platicar y compartir historias durante estos d�as.
Tambi�n estuve con una chilena, que ha sido parte del
movimiento desde que sali� al exilio, hace 18 � 19 a�os.
Ella se llama Irene Rojas, sobrevivi� en los tiempos
duros de Pinochet. Fue encarcelada m�s de 20 veces y
pudo haber desaparecido. Tuve un encuentro muy lindo con
ella, tambi�n fue parte de la delegaci�n en Guatemala.
Entonces he tenido el privilegio de ir conociendo a
personas que son parte de este movimiento. Que han
estado desde la primera vigilia, desde la primera huelga
de hambre, que se� hizo frente al Fuerte Benning hace
much�simos a�os. Entonces tengo ese privilegio y estoy
muy agradecida por esta oportunidad.
Reportaje:
Caminata por El Derecho a la Paz
Despu�s
de 8 d�as y 120 millas, la caminata El Derecho a la Paz,
organizada y patrocinada por Georgia Peace and Justice
Coalition (GPJC), lleg� a un emocionante final. La
caminata, la cual comenz� en las puertas de Fort Benning,
apunt� a captar la atenci�n y despertar� la conciencia
del p�blico estadounidense acerca de la investigaci�n,
desarrollo, prueba y el uso de la nueva generaci�n de
drones asesinos por Estados Unidos. De la misma manera
pedimos el cierre de la Escuela de las Am�ricas/WHINSEC.�Seguir
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Un retrato gigante recuerda que las
v�ctimas de los drones en Pakist�n no son insectos
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